10/11/09

Proyecto del ensayo:

- Primero como no tenía muy en claro la cuestión del género ensayo, recurrí a los textos del cuadernillo sugeridos y fue particularmente el de Jorge Larrosa, El ensayo y la escritura académica, que me aclaro las dudas bastante, y aquellos puntos que destaque de su texto fueron:
*El ensayo es una figura de camino de exploración.
*El ensayista escribe para un momento determinado.
*En su texto establece una vinculación entre escritura, pensamiento, conocimiento.
*El ensayo es parcial, fragmentario.
- Luego también leí el texto de Liliana Weinberg, De la voz al género.
De este texto los puntos que destaque fueron:
*El ensayo es un ejercicio de responsabilidad.
*No es neutral.
*Es ejercicio de la memoria, restitución del sentido fracturado.
*Es interpretación, es un ejercicio de nuestros saberes con los nuevos datos que aporta la experiencia.
- El texto de Max Bense, Sobre el ensayo y su prosa (fragmento), también anote algunos puntos:
*El ensayo ofrece una cercana realidad, concreta autoexpresiva.
*Escribe ensayisticamente quien compone experimentando.
*Se experimenta con un tema.
*En cada ensayo habita una fuerza o poder de perspectiva en el sentido filosófico.
*El ensayo es la forma de la categoría crítica de nuestro intelecto.
*Es una individualidad literaria.
- Después leí algunos de la selección de ensayos breves del cuadernillo y los que más me gustaron fueron el de Montaigne, De los caníbales, el de Italo Calvino, Colección de Arena, y el de María Negroni, Ir volver/ de un adónde a un adónde, tambien me gusto el de José Saramago aunque lo leí con mucha prisa como para comprenderlo como debiera.
- Estos ensayos que leí me dieron algunas pistas de cómo encarar el escrito, básicamente considero que seguí el plan textual del antimetodo; el tema que elegí fue algo común más que nada se trato de una especie de análisis del espejo y lo que implica su práctica, por este lado puede vincularse con el análisis de la colección de frascos de arena que hace Calvino, introduje también algo de indagación existencial si es que vale el termino, trate de expresar cuestiones humanas, acá puede relacionarse de algún modo con algunos pasajes de Montaigne, por las cuestiones que establecía del genero humano, y finalice incorporando algo sobre la escritura que encontré en el texto de Maria Negroni que postulaba con respecto a esta práctica que me gusto mucho, me refiero a la idea de transformación que implica escribir, esta a su vez estaba presente en el texto de Calvino.


El espejo de palabras

Quien no necesite todos los días al levantarse reforzar en su mente quien es, creo que realmente ya lo olvido.
La mayoría de personas cuando nos levantamos para comenzar un día más de vida que no es poca cosa en los tiempos que corren, donde todo esta tan vulnerable, por lo general enseguida o a los minutos se mira en el espejo, es algo de lo que no temo equivocarme en sostener ya que estoy segura de que es así, incluso las mujeres lo hacen más de dos veces.
¿A que se deberá esta acción que hacemos casi por inercia? Es como si quisiéramos asegurarnos que esta todo en su lugar, como si existiera la posibilidad de que en la noche suceda algún cambio de manera que al día siguiente encontremos nuestra nariz a la altura de nuestra boca, vaya si pasara.
Tuve la oportunidad hace un tiempo de pasar unos días en un lugar donde no había espejo, y quiero contarles que sobreviví, y no es que estuve encerrada en una habitación sin tener contacto con el exterior ni con la gente, vale la aclaración.
Nunca me sentí tan libre como en ese tiempo, y de hecho las fotos muestran la satisfacción que sentía ya que no necesitaba confirmar con un espejo mi existencia, bastaba con que yo supiese que ahí estaba. Digo esto por que a veces uno se mira creyendo que se ve pero en realidad para verse de verdad no hace falta de ningún artificio, la verdadera corroboración esta dentro de uno mismo, aunque parezca bastante trillado, es así.
Creo que en realidad lo que sucede es que nos sentimos inseguros y por eso necesitamos refirmar nuestra confianza a través de nuestra imagen, a la que hoy se le otorga un valor excepcional por sobre las capacidades humanas y de lo que muchas personas también son cómplices.
Pero cuánto de mentira hay en esos afiches que vemos con grandes sonrisas que nos hacen creer que ese rostro no conoce de sufrimientos y de hecho, a veces son esas sonrisas las que quieren tapar el más profundo de los dolores. Por qué no mejor mostrar una foto espontánea sin tanto rebusque y más verdadera, digo, tendría más credibilidad.
A veces las personas resultamos tan complicadas queriendo perseguir lo que esta más allá de nuestros ojos cuando lo verdadero se encuentra solo a pasos, y con esto no me quiero referir a que tenemos que ser más conformistas, de ninguna manera, sino que tenemos que aceptar nuestras limitaciones como un acto de fortaleza y así proceder con más calma y no dejarse engañar por cuanta pavada que nos intentan vender.
Creo que si uno esta seguro de quien es, no necesitará de una brújula para avanzar, con un pequeño mapa le bastará para saber por donde tiene que seguir.
Quizá a alguien le resulte extraño hasta una locura lo que voy a decir pero ¿Qué lindo que hubiese sido vivir en los 70?
Porque si bien a muchas personas le costo la vida el tener ideales y pelear por ellos, que más satisfactoria sensación que morir creyendo en uno mismo.
A veces los tiempos que nos tocan atravesar no son los que hubiésemos elegido nosotros, si es que eso se pudiera, de hecho, si existiese la posibilidad, no podría recibir el nombre de vida porque justamente es esa mezcla de situaciones contradictorias que la conforman y no la perfección la que la caracterizan.
Pero justamente ahí es donde se pone en juego la inteligencia de las personas en buscar la mejor manera de atravesarla, no importa el tiempo sino el modo ya que ésta, al final, nos termina mostrando la verdad.
Gastamos muchas energías quejándonos pero no utilizamos la misma cantidad en hacer algo por modificar aquello que nos molesta, como si de ese modo cambiáramos algo, y cuando nos muestran a aquellos que si “hacen” algo se trata de quienes van un solo día a copar una plaza movilizados tristemente por algún interés económico.
Entonces, como no entender lo que sucede con los ejemplos que nos muestran, y digo muestran, porque hay muchos otros que existen pero que no los dan a conocer, se trata de esos que están seguros de ser quienes son y actúan en consecuencia, sin importarles si se ven bien en el espejo porque la mejor imagen es aquella que les refleja esa otra persona que tienen en frente que les puede contestar con solo mirarlos que están haciendo lo correcto.
Basta con ese gesto tan simple, sin necesidad de tener que valerse de ningún objeto, que uno encuentra la respuesta que ningún espejo puede devolvernos.
Para empezar puede ser un buen espejo la escritura ya que al expresarse uno en definitiva lo que hace es revelar lo que tiene adentro suyo y que en cierto modo nos termina transformando, porque después de escribir uno ya no es de algún modo el mismo, sino que pasa algo más, los que están habituados a hacerlo seguro que entienden a lo que me refiero y los que no pueden descubrirlo como yo.
Así que de ahora en más empecemos a prestarle menos atención a los espejos, si no queremos correr la misma suerte que corrió narciso de tanto mirarse.

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